martes, 31 de julio de 2012

"Ya te puedes hacer cargo de como está mi corazón con tu ausencia..."



Carta de amor de Guadalupe Cuenca a Mariano Moreno

Buenos Aires, junio 9 de 1811.    

    Mi querido Moreno de mi corazón:

 Me alegraré que lo pases bien: yo y toda la familia estamos bien, pero ya te puedes hacer cargo de como está mi corazón con tu ausencia y cada día se aumenta más mi pesadumbre al ver que se cumplen cuatro meses, diez y ocho días, de tu salida, y todavía no tengo el consuelo de recibir carta tuya; unos ratos le pido a Dios paciencia para esperar tus cartas y tu vuelta, otros ya me parece que me has olvidado, que ni por la imaginación se pasa tu Mariquita, con estos y otros pensamientos, todos tuyos, me paso los días y las noches; desahogo mi corazón con llorar; no tengo más desquite que mis lágrimas, pero después de atormentarme con estos pensamientos, te pido perdón, y me acuerdo lo que siempre me decías que siendo yo buena con vos lo habías de ser conmigo: sí, mi amado Moreno, sí lo soy y lo seré hasta mi muerte, pero mi querido Moreno si ves que tu comisión es para largo tiempo mándame llevar; sabes muy bien la vida llena de amargura que estoy pasando sin vos, llorando me paso las noches, con el silencio me parece que mis sollozos han de llegar a tus oídos, me parece que me preguntas de qué lloro, que me das un abrazo, en fin, mi vida, para no molestarte más, conoces muy bien lo mucho que te amo para creer todo y mucho de lo que mi lengua no puede explicarte por su rudeza.  Nuestro Mariano sigue en la escuela, sabe de memoria poco menos de la mitad del catecismo, anoche le estaba yo contando del hijo pródigo y se echó a llorar, le pregunté de qué lloraba, y me dice, ay, mi madre, dónde estará mi padre, cuándo lo veré y a lamentarse, que me parte el corazón cada cosa de estas. (…) adiós mi querido Moreno, no dejes de escribirme a menudo pero no enojado, no te olvides de mí, adiós mi amado Moreno, procura venirte pronto o hacerme llevar, tu mujer que te ama más que a sí misma, Mariquita.

jueves, 26 de julio de 2012

"Me abandonas cuando llego, ya no te preocupas por tu querido Napoleón."


 




Milán, 27 de noviembre de 1796, las tres de la tarde

Llego a Milán, entro corriendo en tu apartamento, he dejado todo para verte, para tenerte en mis brazos. No estás aquí. Te vas corriendo a las ciudades en las que se celebran festividades, me abandonas cuando llego, ya no te preocupas por tu querido Napoleón. Tu amor por él fue un capricho, la inconstancia hace que te sea indiferente. Acostumbrado a los peligros, conozco el remedio para las preocupaciones y los males de la vida. El infortunio que me abruma es incalculable, tenía el derecho a que se me ahorrase esto. Estaré aquí hasta el nueve por la tarde. No te apures, corre tras los placeres: la felicidad está hecha para ti. El mundo entero está encantado de complacerte, y sólo tu marido es muy, muy infeliz.

Bonaparte

martes, 10 de julio de 2012

"Mis padres no querían que me case con el hombre que verdaderamente amaba."



Carta de Mariquita Sanchez de Thompson

Buenos Aires, 27 DE ENERO DE 1815

Querido amigo Juan Antonio de la Serna: 
 
Te escribo esta nueva carta, con el fin de que yo pueda contarte algo más sobre mí. Como ya te conté antes, me casé, pero sufrí tanto, por sólo el hecho de que mis padres no querían que me case con el hombre que verdaderamente amaba y sigo amando, ellos querían que me case con un hombre que ni si quiera conocía. En ese momento yo estaba muy sola, vivía en un convento, y es por eso que extrañaba a mi casa. Primero pensé en dejar a Martín, así se llama. Pero una noche muy fría y húmeda, intenté un último esfuerzo y me dirigí a la casa de Don Pedro Velazco, el escribano mayor, para ver si podía interceder. A la mañana siguiente, mi madre había consultado con un abogado. Y fue ahí cuando me enfrenté con mi madre, quien con la ayuda de una vieja amiga, pudo entender que yo era una niña inocente, y es hoy que vivo junto a mi esposo Martín Thompson, con cual vivo muy feliz.